Durante un período de 21 días, trabajamos con egos, pulimos los aspectos aún rígidos del carácter y nos despertamos a la sensibilidad de la vida. La experiencia es individual ya que lo haces en casa, pero también en grupo, porque cientos de personas en todo el mundo lo hacen al mismo tiempo.
Ocurre dos veces al año, precediendo a los equinoccios de otoño y primavera (del 1º al 21 de marzo y del 1º al 21 de septiembre); Cada semestre es una nueva práctica y una metáfora diferente.
"Los 21 días son un cambio de imagen y conciencia a través de una práctica ancestral, ecoespiritual, cuidadosamente traducida a la realidad actual, y rediseñada para mantener su esencia andina, simple y profunda”.